
La película funciona muy bien. Cuando llevas una hora frente a la pantalla ya estás enganchado a la historia, incluso aunque sepas como acaba, como era mi caso. El argumento es de sobra conocido. Mikael Blomkvist (Daniel Craig) es un periodista que está pasando por un proceso legal acusado de injurias. Tras ser condenado, recibe una oferta de trabajo de Henryk Vanger que consiste en investigar la historia su sobrina desaparecida, Harriet, y probablemente asesinada por uno de los miembros de su familia. A su vez, Blomkvist ya había sido investigado por Lisbeth Salander (Rooney Mara) quien acabará siendo su ayudante en el caso. Entre los dos descubren que Harriet está viva y que huyó porque su hermano y su padre abusaban de ella. Además, Blomkvist consigue, con ayuda de su nueva amiga, vengarse e inculpar al magnate que le ha llevado a los tribunales.
El film es largo pero en ningún momento se hace pesado, aunque es verdad que el final puede que esté un poco dilatado. Sin embargo, eso es lo que me gusta de la versión de Fincher, el detalle. Quien haya leído los libros, verá que aunque cambian ciertas cosas, el reflejo de la historia es más exacto en esta versión y llegamos a conocer mejor a los personajes. Una vez más, Fincher ha creado una película digna de mención, basándose en la escenografía y en unos actores que funcionan muy bien, en vez de en un argumento que ya conocíamos.

Resumiendo, película muy recomendable incluso para quienes ya conozcan la historia. Entretenida y cuyo argumento engancha. Sin olvidar los paisajes, todos dignos de ver ya que la película fue rodada en Suecia. Eso sí, reservad dos horas y media seguidas porque no vais a ser capaces de parar a la mitad.